¡Hola Misinsajos! Ya os conté en alguna ocasión que yo no soy demasiado de clásicos y, aunque este libro no es muy antiguo, sí es considerado un clásico americano del siglo XX ¡Empezamos!
Confieso que me apunté a esta lectura conjunta por error. Cuando vi que se estaba organizando, en mi cabeza, un cable dejó de funcionar y confundí este libro con el de El ruiseñor de Kristin Hannah. Son libros que nada tienen que ver más allá de compartir la palabra ruiseñor en su título. Tras descubrir mi error, me empecé a interesar por el libro y leí la sinopsis. No pintaba mal. Es un libro que no tenía pensado leer, pero por una parte, parecía muy interesante, y por otra parte, me ayudaría a cumplir las premisas de algunos retos, así que me dije… ¿Por qué no? Y me apunté a la lectura.
En mi mente se había generado la idea, tras leer la sinopsis, de que el libro giraría en torno al juicio en el cual Atticus defendía a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca del pueblo. Sin embargo, aunque sí que se narra dicho juicio, no es hasta la mitad del libro que tiene lugar. La primera mitad básicamente consiste en describirnos cómo es el pueblo, Maycomb, y la sociedad de la época desde el punto de vista de Scoutt, la hija menor del abogado. Cuando empecé los primeros capítulos estaba algo desubicada. Yo me esperaba que fuesen más al grano y que enseguida entrase en escena el tema del juicio, pero no es así. Es un libro con muchos simbolismos y metáforas que, si no lees bien atenta, te pierdes. La primera parte básicamente tiene como objetivo que el lector/a tome conciencia de las diferencias de clase y raza que había en la época. Ya no es que hubiese discriminación hacia las personas de color, sino que la sociedad en general, discriminaba a todo aquel que era diferente.
Por fortuna, la organizadora de la LC, es una apasionada de este libro y ya lo leyó y analizó en varias ocasiones, por lo que cada vez que comentábamos el libro, nos explicaba los simbolismos que escondían los capítulos leídos. Por ejemplo, hay un capítulo que tiene como protagonista a un perro con rabia que atemoriza la calle. Pues bien, si no lees atentamente, no te das cuenta que la forma con la que llaman al perro es curiosamente muy parecida al nombre del hombre acusado de violación. Otro simbolismo que, en este caso, explicaría el paso de la niñez a la adolescencia de Jem, hermano de Scoutt, lo encontramos cuando él rechaza unos bombones y se queda con una flor. Es símbolo de cómo le deja de importar lo material y comienza a apreciar el valor innato de las cosas. Como veis son pequeñas metáforas que si no tienes quien te las cuente, es probable que te las pierdas si lees el libro de una forma literal, sin ver más allá.
Me hubiese gustado ser de esas personas que disfrutaron mucho con el libro, pero no fue así. Creo que el problema lo tengo yo, estoy acostumbrada a leer libros más sencillos, quizás superficiales, y al encontrarme con historias como esta, en las que la autora te narra hechos, pero lo importante no es lo que narra, sino lo que quiere decir realmente, se me hizo demasiado complejo. Prefiero novelas en las que es todo más explícito. Es cierto que este tipo de libros son los que posteriormente dejan más poso en ti, pero siendo franca, mi objetivo con la lectura es entretenerme y este libro no me entretuvo. Sí me dio ciertas enseñanzas, sí me ayudó a conocer mejor los prejuicios de la época, sí me gustó mucho el personaje de Atticus, pero no me entretuvo. Es un libro que leí por cumplir con la lectura conjunta. Normalmente, en las LCs me suelo adelantar y acabar el libro por mi cuenta si me está enganchando, pero en este caso cumplí religiosamente cada meta, lo cual no es algo positivo😂.
No quiero terminar esta reseña sin mencionar que pese a que no fue un libro que me enganchara, sí que es un libro que supe apreciar y que me emocionó mucho. No me esperaba un final tan cruel para Tom. Aunque se trata de un clásico, lo único que me sonaba de él era el título, no sabía más sobre la historia que contenía, ni tampoco había visto la adaptación cinematográfica. Es por ello que tenía la fantasía de que el juicio sería más amable y justo con Tom y marcaría un punto de inflexión en la historia de Maycomb. En cierto modo sí lo marca, ya que el jurado se plantea de verdad su inocencia y posiblemente, si la votación hubiese sido totalmente anónima e individual, todos apostarían por la inocencia de Tom. No obstante, actuaron cobardemente, de forma acorde con lo que se esperaba de ellos y lo declararon culpable.
En definitiva, es un libro que reconozco no fue para mí. El problema no está en el libro, sino que está en lo que yo espero de un libro. Yo espero entretenimiento y este libro no me lo dio. Me dio una historia dura, compleja y con personajes que recordaré, pero no entretenimiento. Con esto quiero decir que creo que es un libro que puede disfrutar un amplio abanico de lectores/as, pero que yo particularmente no le puedo dar más puntuación de la que le di. Es posible que si leo este libro en un futuro, cambie de opinión, pero actualmente es lo que pienso. Prefiero las historias más explícitas, con menos simbolismos.